viernes, 7 de enero de 2011

Siempre nos quedará el Facebook..

Cuando viajas llega un momento en que desaparece la añoranza. Todo el pasado parece muy lejano, tu ciudad, tu casa, tu gente...
Pero cuando regresas de vez en cuando, tus días se convierten en un nuevo viaje, te sientes como un turista otra vez, con una agenda estresante llena de citas y visitas a família y amigos ansiosos de ver cómo has cambiado, pues "si ha estado tan lejos tanto tiempo, habrá cambiado", pero acaban siempre llegando a la misma observación: "estás más delgada, seguro que no has comido bien por ahí..."
Sí, ¡viajar adelgaza! (Excepto viajar a Berlín, que me ha hecho engordar 4 kilos :( ... )
Entre visita y visita te permites descansar un poco también, pues si algo se echa de menos al viajar solo es justamente eso, estar solo. Yo lo necesito, por eso cuando estoy en Barcelona me gusta quedarme muchas veces en casa, sin hacer nada, sin hablar con nadie, simplemente sola. Y eso me ha hecho ver y estar con mi gente mucho menos tiempo del que se merece, pero en el mundo en que vivimos, tristemente, como me dijo mi padre ayer cuando le llamé por teléfono, siempre nos quedará el Facebook.

No hay comentarios: